Localidad: Fuentespina

El paseo arbolado de la ermita de la Santísima Trinidad quedaba unido al núcleo a través de la actual calle del Santo Cristo que cruzaba, transversalmente, la Calle Real. Este punto debió tener siempre carácter de encrucijada y se realzó, a niveles monumentales, con la construcción de un humilladero. La obra fue promovida, en el verano de 1607.

Monumento enclavado en la confluencia de varias calle, de carácter religioso y punto de referencia para viajeros y caminantes, hacer un alto en el camino y respirar la belleza y la paz que emanan del mismo.

El inicio del proyecto para su construcción fue hacia el año 1607, promovido por la Cofradía de la Vera Cruz que quiso unir el Paseo arbolado de la Ermita de la Santísima Trinidad con la actual C/ Santo Cristo, como encrucijada principal y realzada monumentalmente con su construcción. La conservación en los archivos municipales de la documentación y proyecto gráfico permite conocer sus características iniciales y el diseñador del mismo, Hernando de Palacios.

El Humilladero en el proyecto original constaba de dos piezas: el crucero y templete. En el centro se alzaba una columna toscana, elevada sobrer tres gradas, sosteniendo una cruz, con dos caras, en las que aparecen las imágenes del Cristo Crucificado en una y en la otra la Inmaculada. El templete constaba de cuatro pilares cuadrangulares que sostenían un bajo antepecho. Posteriormente sustituyeron la columna toscana por una salomónica, única en la Comarca Ribereña de este tipo. Con el paso de los años y la falta de cuidados entró en ruina, pero hacia el año 1.974, el ayuntamiento y la Parroquia restauraron el Humilladero que existe en la actualidad, trasladándole al otro lado de la carretera C-114 para mejorar la visibilidad de la misma.